lunes, 28 de mayo de 2012

El Diario del Sr. Darcy- Amanda Grange Diciembre


Jueves 5 de Diciembre.



Bingley vino a cenar conmigo Hoy. Ha estado ocupado esta éltima semana, pero llegó puntualmente esta tarde y se sorprendió mucho al ver a Georgiana.
“Está volviéndose en una belleza,” me dijo. “Y es tan talentosa,” agregó, cuando tocó para nosotros después de cenar.
Si lo es. Casi me había olvidado de lo que era escuchar una interpretación excelente, y no pude evitar  estremecerme al pensar en el desempeño de Mary Bennet al tocar el piano, comparado con el de Georgiana. La interpretación de Elizabeth era dulce, ciertamente, pero no tan hábil como la de mi hermana, y aun asi había una cualidad en ella que me hacia querer escucharla.



Viernes 6 de Diciembre

Caroline vino a ver a Georgiana esta mañana, y la entretuve mientras la lección de música de mi hermana terminaba.
“Charles fue conquistado por Georgiana la noche pasada,” comento. “Dijo que Georgiana era una las jóvenes más hermosas y talentosas que haya conocido.”
Estaba muy complacido. Caroline parecía complacida, también. Creo que no tendrá nada en contra de una boda entre ellos.
“¿Visitará a vuestra tía en Kent antes de Navidad?” preguntó.
“No, no lo creo, aunque probablemente la visitaré en Pascuas.”
“Querida Lady Catherine,” dijo Caroline, quitándose los guantes. “Cuánto deseo conocerla. Rosings es una hermosa casa, todos me han dicho.”
“Si, lo es, muy hermosa en verdad.”
“Una parte del país tan placentero.”
“Lo es.”
“Le sugerí a Charles que debería buscar una casa ahí. Estaría muy feliz de vivir en Kent. Pero el pensó que Hertfordshire era un mejor lugar. Qué lástima. Hubiera evitado enredarse con algunas personas si se hubiera establecida en otra parte.”
“Ahora está libre de ellos,”
“Si, gracias a su intervención. Es tan afortunada de tener tan buen amigo. Sentiría un gran alivio al saber que tengo a tan buen amigo cuidándome,” dijo, volteando hacia mi.
“Tiene a su hermano.”
Ella sonrió. “Claro, pero Charles aun es un niño. En ocasiones como esas una necesita a un hombre, alguien con intensidad y madurez, quien esté acostumbrado a las forma en que el mundo funciona y como vivir en él.”
“¿Tiene planes para casarse?”
“Los tendría, si conociera al caballero ideal.”
“Ahora que está en Londres tendrá más oportunidades de conocer gente. Bingley planea organizar algunos bailes. Me lo dijo. Lo he animado a ello. Entre más caras bonitas vea en las próximas semanas, mejor. Y para usted, eso logrará extender su círculo social.”
“No es tan pequeño. Cenamos con más de veinticuatro familias, sabe.” comentó sarcásticamente.
Me recordó a los Bennet, como ella planeaba, pero si supiera el rumbo exacto de mis pensamientos, dudo que estuviera complacida. No importa que haga, cada conversación me recuerda a ellos de una u otra manera. Afortunadamente he dejado de pensar en Elizabeth, de lo contrario los Bennet nunca estarían fuera de mi cabeza.





Sabado 7 de Diciembre


Bingley está ocupado con sus negocios y está de buen humor, aunque de vez en cuando le veo una mirada anhelante en sus ojos.
“¿Estas seguro de que no sentía nada por mí?” me preguntó esta tarde, cuando las damas se habían retirado después de la cena.
No necesitaba preguntarle a que se refería.
“Estoy seguro de ello. Ella disfrutaba tu compañía, pero nada más.”
El asintió.
“Pensé que ella no podría… ese ángel…y aun así, yo tenía esperanzas… pero es como dices. Se casará con alguien de Meryton, supongo. Alguien que haya conocido toda su vida.”
“Probablemente.”
“No con alguien que acaba de conocer,”
“No.”
“Ella no me extrañará ahora que no estoy.”
“No.”
Estaba callado.
“Es algo muy afortunado el casarse con alguien que se ha conocido toda la vida, o por mucho tiempo,” dije.
“Si, supondo que sí,” dijo, con ningún real entusiasmo.
“Conocen sus defectos, y no puede haber sorpresas desagradables.” continué.
“Es como dices.”
“Y es bueno el conocer, y gustar, a su familia. Georgiana se casará con alguien a quien conozca bien, espero” dije.
“Si, será algo bueno,” dijo Bingley sin verdadero entusiasmo.
Qué pena. Pensé que sus sentimientos estaban moviendose en esa dirección. Sin embargo, he hecho la alusión a ello, y en el futuro quizás lo recuerde.




Martes 10 de Diciembre


He mandado a rediseñar las perlas de mi madre para Goergiana, y deseo dárselas como regalo. Ya es lo suficientemente mayor para usarlas, y creo que se verán muy bien en ella. Mientras estaba en Howard & Gibbs, verifiqué en como remodelar el resto de las joyas de mi madre. Son de buena calidad, y de gran valor, y muchas de ellas han estado en la familia por generaciones. He arreglado que el broche y los aretes de perlas sean arreglados ahora, y se los daré a Georgiana para su próximo cumpleaños. Además he arreglado que las demás joyas sean examinadas y se hagan modelos para su nueva apariencia. Los modelos pueden ser modificados para acomodarse a cualquier moda y las joyas pueden ser reajustadas cuando Georgiana sea lo suficientemente mayor para usarlas.






Jueves 12 de Diciembre.


Cen con Bingley y sus hermanas. Durante el curso de la velada hablamos sobre las festividades navideñas. Habra grandes grupos de personas que debremos visitar, pero en los días cercanos a Navidad, me gustaría organizar algunas pequeñas fiestas privadas solo con los Bingleys, para que Georgiana pueda ir.
“Pensaba en tner un pequeño baile el veintitres,” dije, “y después charadas ( adivinanzas con mímica, poemas, prosa u otros medios convenidos por los participantes) en Noche Buena.”
“Excelente idea,” dijo Caroline.
“¿He invitado al Coronel Fitzwilliam, y así seremos cuatro caballeros y tres damas. ¿Cree que debería invitar a más damas?” le pregunté a Caroline.
“No” dijo efusivamente. "Mr Hurst nunca baila, lo cual nos deja con tres parejas.“
Mi mente regresó al baile de Bingley en Netherfield, donde baile con Elizabeth.
“¿Ha decidido cuando hará su presentación a la sociedad Georgiana?” preguntó Caroline, como si leyera mi mente.
“No hasta que cumpla dieciocho, tal vez después.”
“Dieciocho años es una buena edad. Habrá terminado la escuela y superado su timidez, pero tendrá la frescura de la juventud. Romperá muchos corazones. “
“Espero que no rompa ninguno. Quiero que sea feliz, y si llegaré a encontrar a un buen hombre en su primera temporada, estaría encantado de verla establecida.”
Caroline miró a Bingley.
“En dos años, entonces, debemos esperar que ella encuentre a alguien digno de ella. Alguien con buen temperamento, que sea generoso y amable.”
“Eso sería perfecto.”
“Mientras tanto, será bueno para ella estar en compañía de un agradable jovén, de forma que se acostumbre a la compañía masculina y no se quede callada en presencia de los caballeros. Nunca está callada con Charles, de hecho parece disfrutar su compañía,” dijo Caroline.
“¿Qué están diciendo?” preguntó Bingley, quien había estado hablando con Louisa, pero volteó cuando escuchó su nombre.
“Estaba diciendo que Georgiana siempre es abierta contigo. Darcy quiere que tenga algunas diversiones más adultas esta Navidad, y se que puede confiar en ti para que bailes con ella.”
“Nada me daría mayor placer. Esta volviéndose una belleza, Darcy.”
Estaba satisfecho.





Lunes 16 de Diciembre


La casa se ve muy festiva. Georgiana ha estado ayudando a Mrs Annesley a decorarla con acebo, metiendo racimos y hojas atrás de los retratos y alrededor de los candelabros. Siempre la ha gustado hacer esto, desde que era una niña. Cuando llegué, la encontré adornando la ventana del salón con más hojas y racimos de acebo.
“Estaba pensando en tener un baile en un par de días.” le dije.
Se sonrojó.
“Solo uno pequeño, con nuestros amigos más íntimos,” le aseguré.
“Quizás le gustaría un nuevo moño para adornar su muselina,” le dijo Mrs Annesley a Georgiana.
“Oh, sí,” respondió, mirándome ilusionada.
“Debes de comprar cualquier cosa que necesites,” respondí.
Estaba a punto de decirle que debía comprarse un nuevo abanico, cuando lo pensé mejor. Se lo compraré yo mismo y la sorprenderé.





Miercoles 18 de Diciembre.


Hoy tuvimos nieve. Georgiana estaba tan emocionada como un niño, y la lleve al parque. Caminas sobre el sendero blanco, y regresamos a la casa con rostros ruborizados y con gran apetito.
No pude evitar recordar que tan encendidas estuvieron las mejillas de Elizabeth después de su caminata hacia Netherfield. Sus ojos habían estado centelleantes, y su complexión había sido iluminada por el ejercicio.
 ¿Dónde estará ahora? ¿Esta caminando en los senderos alrededor de su hogar? ¿Está en casa, arreglando acebos, como Georginano lo estada haciendo aquí? ¿Está emocionada por la Navidad? Si no hubiera alejado a Bingley de Netherfield, podríamos todos estar ahí, ahora… lo cual hubiera sido un grave error. Es mucho mejor para todos que permanezcamos aquí en Londres.





Lunes 23 de Diciembre


Hoy tuvimos nuestro baile, y estaba complacido de ver a Georgiana divertirse. Bailé dos veces con Bingley, una con el Coronel Fitzwilliam y una conmigo.
“Georgiana se mueve con una gracia asombrosa” dijo Caroline.
Era un tema que no podía fallar en complacerme.
“¿Lo cree así?”
“Por supuesto. Fue una excelente idea el tener un baile privado. Es bueno para ella practicar en todas estas ocasiones. Baila usted muy bien, Mr Darcy. Usted y yo podemos ponerle un gran ejemplo. Charles y yo estamos a su disposición cuando sea que desee organizar otra velada como ésta. No puede pero beneficiar a Georgiana el ver a otros bailar, y la ayudará a tener confianza y elegancia.”
Me recordó a otra ocasión cuando ella me había elogiado, diciendo que tan bien escribía mis cartas. Recuerdo perfectamente esa escena. Habia sucedido en Netherfield, y Elizabeth había estado con nosotros. Sentí una agitación de algo dentro de mi mientras pensaba en ella. Enojo, quizás, ¿por haberme hechizado?
Nuestro baile termino. Nuestros invitados se fueron, y tuve la satisfacción de ver a Georgiana retirarse a la cama, cansada pero feliz.
Ya había alvidado completamente a Wickham, estoy seguro. Mientras nada se lo recuerde, no creo que vuelva a pensar en él otra vez.






Martes 24 de Diciembre


Esta tarde jugamos a charadas después de comer. Estaba complacido de que Caroline pensara en sugerir que Georgiana y Bingley trabajaran en su charada juntos. Se alejaron a una esquina del salón, sus cabezas tan juntas que estaban casi tocándose. Era una muy agradable vista.
Las charadas fueron muy divertidas, y después de que todos actuamos, fuimos a cenar.
“Sabes, Darcy, pensaba que pasaríamos la Navidad en Netherfield este año,” dijo Bingley suspirando. “Ese había sido mi plan cuando tomé la casa. Me preguntó que estarán todos haciendo ahora.”
Pensé que sería más sabio alejar sus pensamientos de esa dirección.
“Lo mismo que nosotros estamos haciendo aquí. Toma algo de venado.”
Hizó como sugerí, y no dijo nada mas acerca de Netherfield.





Miércoles 25 de Diciembre


Nunca había disfrutado una Navidad tanto. Fuimos a la iglesia esta mañana y en la tarde jugamos  a Bullet Puding ( juego en el que se usa un plato de peltre grande lleno de harina apilada en una especie de pudín con una bala encima. Cada participante corta un rebanada del pudín hasta que la bala caiga. La persona que corte el pedazo que haga caer la bala debe hurgar conla nariz y la barbilla hasta encontrarla y sacarla con la boca.)  y a Snapdragon (juego en el que se calienta Brandy en un recipiente ancho y poco profundo, uvas son colocadas en el Brandy y se le prende fuego. Generalmente las luces se apagaban o atenuaban para aumentar el efecto misterioso de las llamas azules. El objetivo es sacar las uvas fuera del fuego y comerselas, con el riesgo de ser quemado por las llamas).  Mientras lo hacíamos noté un cambio en Georgiana. El año pasado había jugado como una niña pequeña, disfrutando de la novedad de poner sus manos en las flamas para sacar las uvas ardientes, y soplar en sus dedos cuando no era lo suficientemente rápida para sacarlos sin ser quemada. Este año, ella jugó para complacerme. Podía verlo en sus ojos. 
Me pregunto si Elizabeth juega Bullet pudding y Snapdragon. Me preguntá si se quemó sus dedos al tratar de arrebatar las uvas del fuego.



Sabado 28 de Diciembre


“Me preguntaba si no pensabas en casarte con Miss Bingley,” le pregunté al Coronel Fitzwilliam mientras cabalgábamos esta mañana.
“¿Miss Bingley?”
“Es una joven adinerada, y estas en necesidad de una heredera.”
El meneó su cabeza.
“No deseo casarme con Miss Bingley.”
“Ella es encantadora y elegante, agraciada y bien educada.”
“Ella es todas esas cosas, pero no podría casarme con ella. Ella es una mujer fría. Cuando me case, me gustaría tener una esposa con más calidez. También me gustaría a alguien que me admirara y respetará a mí , en vez de alguien que admiré mi apellido.”
“No sabía que querías eso de una esposa,” le dije sorprendido.
“Como el hijo más pequeño, he tenido que respetar y a otros en mi vida. ¡Me gustaría vivir esa situación desde el otro ángulo!”
Habló a la ligera, pero creo que había cierta verdad en lo que decía.
Cabalgamos sumidos en silencio por un tiempo, disfrutando la vista de las calles cubiertas de nieve.
“¿Hasta cuando estarás en la ciudad?” le pregunté
“No mucho. Tengo asuntos que necesitan mi atención en Kent. Planeo presentarle mis respetos a Lady Catherine mientras estoy allá. ¿Debo decirle que estarás visitándole en pascuas?”
“Si, la visitaré como acostumbro. ¿Cuándo estarás de regreso en la ciudad?”
“Pronto, espero. Antes de Pascua, definitivamente.”
“Entonces debes de comer conmigo cuando lo hagas.”

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