viernes, 8 de junio de 2012

El Diario del Sr. Darcy- Amanda Grange Mayo




Miércoles 7 de Mayo.


Me encontré con Bingley esta tarde en el baile de Lady Jessop. Ha estado en el norte, visitando a su familia, y ha regresado a la ciudad.
“¡Darcy! No esperaba encontrarte aquí.”
“Ni yo a ti.”
“¿Cómo estuvo tu estancia con tu tía?”
“Estuvo bien.” respondí. “¿Te divertiste en el norte?”
“Si” respondió, pero faltaba animo en su voz.
¿Había hecho mal al separarlo de Miss Bennet?  Me pregunto. No ha encontrado una nueva enamorada desde entonces, y aunque bailó toda la noche, nunca pidió a una dama el bailar más de un baile.
Mi velada no fue más placentera. Fui solicitado por Mrs Pargeter tan pronto llegué.
“¡Darcy! ¿Dónde se ha estado escondiendo usted? Debe de venir al campo para vernos. Y ver al semental. Maragaret se lo mostrará. ¡Margaret!” llamó.
Margaret se nos unió. Recordé el comentario de Caroline Bingley que hizo el año pasado, diciendo que Miss Pargeter pasaba tanto tiempo con caballos, que había empezado a parecérseles.
“Debería de estar pensando ya en salir a la caza, Darcy”, dijo Mrs Pargeter. “Margaret tiene líneas puras. Excelente pedigree. Buena provisión para la crianza.”
Margaret me miró con interés.
“¿Alguna  demencia en su familia?” me preguntó.
“Ninguna que conozca.”
“¿Alguna enfermedad?”
“Mi prima tiene pulmones débiles,” respondí.
“Es cierto, Anne de Bourgh. Lo había olvidado.” dijo su madre. “Mejor seguimos buscando, Margaret.”
Seria superfluo después de eso solicitarle a Margaret un baile. Invite a varias jóvenes quienes eran suficientemente divertidas, pero como Bingley, no pedí a ninguna un segundo baile.



Jueves 15 de Mayo.


Bingley ceno con Georgiana y conmigo esta tarde. He abandonado cualquier pretensión de alentar una unión entre ellos. Ella se vuelve más encantadora cada día, pero estoy seguro que sus personalidades no  combinarían. Hay otros impedimentos para ese emparejamiento. Bingley estuvo distraído toda la tarde. ¿Será que todavía no ha olvidado a Miss Bennet?
¿Qué le había dicho a Elizabeth, acerca de su hermana? No puedo recordarlo. Me esfuerzo en acordarme de las palabras. ¿Fui muy arrogante? ¿Rudo? ¿Poco caballeroso? No, seguramente no. Y aun así el pretender que su hermana no era digna de ser la esposa de Bingley… estoy empezando a pensar que estaba equivocado.
No hay nada en contra de ella. Tiene una bondad en su carácter y una dulzura en su disposición que igualan las de él. Pero sus parientes…no, no hubiera podido ser. Y aún así yo estaba preparado para ignorarlos en mi propio caso. Lo había admitido enfrente de Elizabeth. Si, y ella me había criticado por ello.
Me abstraje de mis pensamientos.
“Georgiana y yo organizaremos un picnic el próximo mes, Bingley” dije.
“Eso suena excelente.”
“¿Estarás aún en la ciudad?”
“Si.”
“Entonces debes venir”
“Si, Mr Bingley, eso sería muy agradable,” dijo mi hermana tímidamente.
“Estaré encantado. Caroline y Louisa estarán en la cuidad también, para entonces, y Mr Hurst. ”  
Traté de ocultar mi falta de entusiasmo, y dije: “Debes de traerlos a ellos contigo.”


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